Hagamos Videojuegos, canal y comunidad

Tal vez el canal en español con los vídeos y los cursos más cuidados, hechos con mayor dedicación, y la comunidad de Google+ que deriva de él.
Cuando conocí Hagamos Videojuegos, hace algo menos de un año, era un canal de YouTube con una dedicación y un mimo en cada uno de los vídeos de sus cursos como no había encontrado antes. Desde ese momento supe que me sería muy difícil encontrar un canal que me fuese más útil; si bien puedo decir que, en cuanto al género tratado, sí he encontrado otros lugares que se adecuan más a mis intereses, sigo pensando que este lugar está llevado con la mayor experiencia y la mayor colección de buenas prácticas que pueda encontrar en la comunidad española de desarrollo de videojuegos.
Canal de YouTube
Como es habitual hoy día, al echar la vista atrás no recuerdo haber llegado a Hagamos Videojuegos, pero sí lo que encontré. El cómo di con el canal es ya algo irresoluble, aunque estoy seguro de que lo hice mediante el que hoy sigue siendo el curso principal, y que es el que más quebraderos de cabeza supone (debido a un enfoque errático de la gente, como mentaré más adelante). Hablo del curso Creando un juego «Infinite Runner» en 2D.
Yo sólo recuerdo que buscaba colecciones de vídeos donde se siguiese cierta evolución implementando un juego de rol cenital, y está claro que el género de carrera infinita tiene poco que ver con el rol cenital. De hecho, podrían unirse solamente por ser ambos de carácter 2D puro, aunque ambos simulen el tercer eje de movimiento de formas muy distintas: donde en el infinite runner encontramos técnicas rutinarias como el scroll parallax para jugar a simular el eje Z (partiendo de la base de eje horizontal nominado como ‘X’ y vertical como ‘Y’), en el rol cenital es el eje Y el que se relega (siempre desde el punto de vista del personaje y su movimiento; desde la perspectiva del jugador, no dejaría de ser el eje Z el menos protagonista de los tres), y las técnicas que lo abordan no tienen nada que ver con el scroll parallax, ya que el mero cambio de perspectiva lo imposibilita.
Aquí entra en juego lo que en más alta estima halago del canal: pese a la diferencia de ambos géneros, ver el curso del infinite runner me sirvió para entender ciertas buenas prácticas en el desarrollo en 2D en mayor medida que la mayoría de los vídeos dedicados propiamente al rol cenital.
El canal contiene además, previo a esa colección de vídeos, un curso de iniciación a la programación desde C# (ya que es uno de los lenguajes usados para desarrollar en Unity y es precisamente esta plataforma la que cimienta el contenido de Juande, creador de Hagamos Videojuegos), que será de extrema utilidad para quienes aún no hayan entrado en la programación y sí pretendan hacerlo en el desarrollo de videojuegos (error, por otro lado, de base). Anterior a ello se puede encontrar un curso de Vuforia, es decir, de desarrollo en realidad aumentada en Unity. Por desgracia, él mismo avisa en la lista de reproducción de que el curso ha quedado obsoleto.
Sí tiene relevancia el curso que Juande ha creado de forma posterior al infinite runner. Se trata de un curso completo sobre monetización basada en publicidad en Android para desarrollos llevados a cabo desde Unity. Evidentemente se basa en AdMob (monetización de aplicaciones implementada por Google), y como es propio del canal sirve sobremanera aunque quien lo vea no quiera desarrollar desde Unity. Al menos así ha sido en mi caso.
Al cabo de paladear con calma todos estos vídeos del canal, e incluso de leer los comentarios de la gente que, desatada, pedía a su dueño ayuda en sus irreparables atascos, di con la comunidad. Precisamente porque Juande pedía por favor en los comentarios que la gente pasase a participar de la comunidad en lugar de avasallarlo desde YouTube. Y de hecho poco tiempo después dejó de contestar a los comentarios (decisión arriesgada pero acertada, porque ahora en la comunidad se le ayuda en la medida de lo posible a resolver las dudas que tiene la gente y así él puede dedicar más tiempo al canal).
Comunidad de Google+
Sin embargo, como en cualquier comunidad de Internet que se precie, la gente es a la vez la mejor parte y la peor. Foros, redes sociales... Cualquier plataforma que se lance a las fauces del usuario será devorada por él y menospreciado su valor, pero encontrará también a un pequeño conjunto de usuarios comprometidos con la verdadera utilidad y funcionalidad, y refugiados entre sí mismos para crear un grupúsculo que verdaderamente sirva y medre. Hagamos Videojuegos es el mejor ejemplo de ello; y lo es por parte doble: por YouTube, plataforma poblada de youtubers que reivindican sin argumentos, con poco criterio, sin cultura y en las más de las veces sin formación un presunto “humor de nueva era” y cuyo aporte no pasa de la tontería (en algunas ocasiones graciosa) y del entretenimiento más abúlico e indolente. Que entre este páramo hay algunas joyas en bruto que encontrar nadie puede discutirlo. Pero que es algo muy lejos de donde verdaderamente YouTube puede ayudar al progreso, tampoco.
Por eso surgen canales como Hagamos Videojuegos, y son subconjuntos de esos refugios mínimos. Y por la parte de Google+, que en esta ocasión no deja de ser un apéndice a la anterior, se constata esa idea. La comunidad de  Hagamos Videojuegos es una radiografía de lo que sufre y agradece una plataforma completa; es una radiografía de lo que sufre y agradece YouTube; es una radiografía de lo que sufre y agradece Google+. En ella hay un conjunto de miembros con empaque, que se tratan como amigos, que se ayudan, que se hacen bromas y que crecen juntos en su inquietud por el mundo del desarrollo de videojuegos. Con mucha paciencia, a diario este grupo de usuarios responde a esa etnia (foránea a la verdadera comunidad) que Internet mismo ha denominado, con humor irreprochable, los hoigan. Sobra explicar cómo ensucian estas personas a la comunidad, y cómo, por desgracia, entierran las publicaciones donde los miembros válidos discuten diferentes aspectos del desarrollo y diseño de videojuegos, cada uno con experiencia en un ámbito, en varios o en ninguno más allá de la formación (caso propio, lo cual me asigna un rol más absorbente que nutriente). Continuando con el esfuerzo de aguantar a los hoygan, o, como opinión personal, endureciendo el criterio en cuanto a ellos, Hagamos Videojuegos seguirá siendo una comunidad obligatoria para todos aquellos cuyas inquietudes los tengan imantados hacia la parte activa de los videojuegos.
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