Aunque Nintendo ya se nutría hace más de una década de reciclar títulos, el contexto era otro y fue difícil ver críticas de lo que ahora se lapida (con razón).
En la imagen vemos a Sirope removiendo su caldero, como siempre. El diferente diseño de Link del que hablaba se ve presente sobre todo en el perfil. Y también se ve el uso de colores tan distante del que veíamos en las imágenes de Link's Awakening y Oracle of.
Pero hay algo muy importante que se mantuvo entre estas ediciones: la perspectiva. Aunque lidiaremos con 3D, aquí lo que más nos interesa es la perspectiva cenital. La de toda la vida. Y he de confesar que A Link to the Past supuso la última iteración de este 2D.
Unos años después de jugar Oracle of, con ediciones de Pokémon de por medio y pocas otras cosas interesantes, llega el verdadero cambio: la promoción a Game Boy Advance. Nintendo publicaba en 2003 su revisión (su modelo de negocio actual no es nuevo), la Game Boy Advance SP, y sabiendo que en esa plataforma había un juego de Zelda que no había probado aún, me lancé de cabeza a por la nueva consola. Y evidentemente me llevé a casa A Link to the Past para estrenarla. Aquello de que la pantalla tuviese luz propia fue revolucionario; de por sí sola suscitaba el juego nocturno a hurtadillas. Así que fue entre las sábanas, la primera noche (me habían postergado su estreno hasta el fin de semana), donde pude ver por vez primera el salto generacional.
Nada más comenzar noté algo raro. Por entonces yo ni siquiera sabría qué era Super Nintendo, así que mucho menos podía saber que A Link to the Past era en realidad un videojuego de esa consola, publicado incluso antes de que yo naciera, y que la edición de Game Boy Advance SP era solamente un remake (¡¿Cuánto tiempo lleva Nintendo haciendo esto?!). Igual que me había pasado con Link's Awakening.
Sí es cierto que había varias mejoras y novedades. Los gráficos parecen más suaves comparándolos con los originales y, bueno, para quien no lo hubiera jugado antes y no supiera nada, no daba la impresión de estar ante un juego rehecho. Pero aquel Link no cuadraba. El apartado artístico, en conjunto, sugería un uso diferente de los colores y de la música.
De los colores, por un uso mucho más profundo que el del motor gráfico anterior, que en realidad era posterior cronológicamente hablando. El propio diseño de Link usaba más colores que el de Link's Awakening (y Oracle of por extensión) y una forma algo más alargada a la par que poligonal. Entonces no noté sino una sensación de avance, pero ahora, viéndolo en perspectiva, el Link de esta edición me parece bastante más feo e inferior que el otro.
De la música, compuesta por el maestro Koji Kondo (Zelda, Mario), no hay más que hablar bien. En ese caso sí que se mantiene la sensación originada entonces: de los ocho bits de Game Boy Color, Advance pasaba a una versatilidad melódica que tiraba por los suelos los soniditos anteriores, si bien no las melodías. En cualquier caso Koji Kondo es el mandamás y había compuesto una banda sonora en 1991 que fue vertida tal cual, y es un acierto, en la versión de Advance. Esto es de entender: Super Nintendo sí tenía los medios para usar esa música, pero no Game Boy. Los encantadores ocho bits de Link's Awakening quedaron limitados a lo que duró la falta inicial de medios de sonido. Pero Advance sí que lo permitía y en ese aspecto la banda sonora aportaba al niño que venía de Game Boy Color una nueva gama de sonidos que no se esperaba. Y no sólo eso; diría que A Lik to the Past ostenta una de las mejores bandas sonoras de la saga junto a Link's Awakening.
Me cuesta avanzar entre los párrafos sin seguir haciendo mención a la contradictoria relación entre ediciones. Es difícil enfocar correctamente las diferencias si en su momento yo lo tomé como un gran paso hacia delante, y en verdad estaba jugando un juego anterior a los que yo consideraba pioneros. Por suerte la diferencia de especificaciones entre Super Nintendo y Game Boy es una triquiñuela que permite considerar anterior o, mejor dicho, inferior, el motor y el enfoque de Link's Awakening.
Nada más comenzar noté algo raro. Por entonces yo ni siquiera sabría qué era Super Nintendo, así que mucho menos podía saber que A Link to the Past era en realidad un videojuego de esa consola, publicado incluso antes de que yo naciera, y que la edición de Game Boy Advance SP era solamente un remake (¡¿Cuánto tiempo lleva Nintendo haciendo esto?!). Igual que me había pasado con Link's Awakening.
Sí es cierto que había varias mejoras y novedades. Los gráficos parecen más suaves comparándolos con los originales y, bueno, para quien no lo hubiera jugado antes y no supiera nada, no daba la impresión de estar ante un juego rehecho. Pero aquel Link no cuadraba. El apartado artístico, en conjunto, sugería un uso diferente de los colores y de la música.
De los colores, por un uso mucho más profundo que el del motor gráfico anterior, que en realidad era posterior cronológicamente hablando. El propio diseño de Link usaba más colores que el de Link's Awakening (y Oracle of por extensión) y una forma algo más alargada a la par que poligonal. Entonces no noté sino una sensación de avance, pero ahora, viéndolo en perspectiva, el Link de esta edición me parece bastante más feo e inferior que el otro.
De la música, compuesta por el maestro Koji Kondo (Zelda, Mario), no hay más que hablar bien. En ese caso sí que se mantiene la sensación originada entonces: de los ocho bits de Game Boy Color, Advance pasaba a una versatilidad melódica que tiraba por los suelos los soniditos anteriores, si bien no las melodías. En cualquier caso Koji Kondo es el mandamás y había compuesto una banda sonora en 1991 que fue vertida tal cual, y es un acierto, en la versión de Advance. Esto es de entender: Super Nintendo sí tenía los medios para usar esa música, pero no Game Boy. Los encantadores ocho bits de Link's Awakening quedaron limitados a lo que duró la falta inicial de medios de sonido. Pero Advance sí que lo permitía y en ese aspecto la banda sonora aportaba al niño que venía de Game Boy Color una nueva gama de sonidos que no se esperaba. Y no sólo eso; diría que A Lik to the Past ostenta una de las mejores bandas sonoras de la saga junto a Link's Awakening.
Me cuesta avanzar entre los párrafos sin seguir haciendo mención a la contradictoria relación entre ediciones. Es difícil enfocar correctamente las diferencias si en su momento yo lo tomé como un gran paso hacia delante, y en verdad estaba jugando un juego anterior a los que yo consideraba pioneros. Por suerte la diferencia de especificaciones entre Super Nintendo y Game Boy es una triquiñuela que permite considerar anterior o, mejor dicho, inferior, el motor y el enfoque de Link's Awakening.
Pero hay algo muy importante que se mantuvo entre estas ediciones: la perspectiva. Aunque lidiaremos con 3D, aquí lo que más nos interesa es la perspectiva cenital. La de toda la vida. Y he de confesar que A Link to the Past supuso la última iteración de este 2D.
Compartir